A todos los grandes amigos que aquí leen y comentan les dejo
mi recuerdo y en unos días, vuelvo.
Pienso, a ratos perdidos,
poco, pues procuro,
no pensar demasiado
que no es bueno
para la salud mental,
pensamientos evadidos
en algún día más duro
en algún día más duro
a lo mejor son sueños,
que escribo bien
muy bien
sensacional
y luego, me avergüenzo.
Esas noches, el brillo del puñal
en pleno pecho
la luz de las endorfinas apagada,
me arrepiento y me hundo
porque escribo mal
muy mal
fatal.
Nace clara la amanecida
y concluyo en un instante
en precario equilibrio
de sol y somnífero tardío
de sol y somnífero tardío
que lo importante
no es cómo
¡es que lo he hecho!
Escribo, luego existo,
escribo cantarina
y me río
de todo el mundo,
escribo convulsa por el llanto
escribo agonizante
o resucito ¡milagro de la suerte!
Escribo porque vivo.
Y si no viviera
no sé cuando ni cuánto
doliente
doliente
porque tengo cita con la muerte
pero quizás más adelante,
ahora estoy ocupada escribiendo,
de mí esto es lo que reste
bien, mal o peor.
¡Qué tarde es!
me acuesto cansada,susurrando:
Señor,
Señor,
si no me levantara,
lo escrito
me salva de la Nada.
Leedlo, por el amor de Dios
os lo ruego, pues
será como rezar
por mi alma en pena
por mi alma en pena
mi alma desquiciada
casi enloquecida
enamorada y plena
a las letras, rendida
por el impulso vuestro.
Descanso en paz, solo dormida
de momento.
Leedlo, será como rezar
un Padrenuestro.
Publicado por Mª Asunción Balonga Figuerola, miembro de la Red de Blogs Comprometidos
